jueves, 2 de junio de 2011

La visita

-Escuchaste?
- Si... vendrán a verla... tenemos que aprovechar - Dijo Christal

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- ¿Cómo lo has pasado querida? - Me preguntó Hilda
- Bien... - contesté - Me siento mas tranquila
- ¿En serio?

Hilda se acercó a mi y pasó sus suaves dedos por mi rostro. Inmediatamente sentí angustia y quise llorar

- ¿Que pasa Ore?

Con una sonrisa en su rostro me abrazó y me sentí morir. El dolor en el pecho fue tan grande que quise gritar de angustia y separarme de ella, pero no me dejó. Comenzó a reir y mi tristeza pasó a ser odio e ira. Luego sin más, me soltó

- No te olvides porqué has venido aquí
- No era necesario hacerme eso - Dije molesta
- Claro que si, quiero recordarte en cada momento la razón de tu visita, quiero que te des cuenta que ser como eres ya no sirve en tu día a día...

Se acercó y posó sus labios sobre los míos y me quedé de piedra. Era bizarro, era ridículo, era literalmente un beso a mi misma. Me hizo sentir desdichada y cansada. Podría describirlo bajo un solo concepto...

- Dementor... Si... es curioso que lo pienses. ¿De donde crees que J.K.R sacó la idea?... todos tenemos "dementores" en nuestras conciencias. Digamos que yo soy uno de ellos y tengo que decirlo querida - Sonrió nuevamente - No me detendré hasta convertirte en lo que deseo

Quise tener pánico, pero no pude, estaba agotada y triste...

- Venga, no te pongas así... ya lo olvidarás - Dijo esta vez más seria - Tengo que salir un momento, pero puedes quedarte en tu casita de hobbit y leer o fumar pipa o desear la compañía de alguien...
- ¿Com... pañía?
- Lógico, te recuerdo que aquí puedes ser, hacer y deshacer
- No se... no quiero ver a nadie, tengo mucho sueño
- Bueno, ya veremos cuando vuelva - Dijo Hilda antes de marcharse

Yo me moví como pude y me recosté sobre la cama para dormir

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Alqua y Christal estaban en el centro de mando del cerebro esperando las visitas externas, era la oportunidad de pedirles ayuda como correspondía y explicarles todo. De la nada apareció Hilda en el lugar

- Ey! que haces tu aquí - Dijo Alqua - ¿Cómo has podido salir?
- Si ella está allá, yo puedo estar acá, así de simple. Francamente Christal, no sé como la soportas

Christal quizo reir, pero no era el momento

- ¿Que quieres? ¡devuélvenosla! - Dijo molesta la Rubia
- Ah si claro... ¿quieres que la traiga con un bonito vestido tambien?... no seas idiota, ella me pertenece ahora
- Nunca ha sido tuya, ella...
- Yo aparecí mucho antes que todas ustedes... - Dijo Hilda triunfal

Alqua puso cara de incredulidad, mas el rostro Christal reflejaba miedo y la rubia mujer se dió cuenta.

- ¿No sabias Alqua? - Dijo riendo - Pero tu si, ¿Verdad Christal? oh si... Yo aparecí hace muchos años atrás, en su adolescencia. Cuando ella misma decidió que ya no me quería me encerró en lo mas profundo de su ser, pero quedó algo... quedaste tu - Le dijo a la peliroja - Tu no eres mas que mi sombra
- No... lo... recordaba...
- Cuando la rubia esta apareció, te dormiste por completo, hasta ahora, claro...

Alqua las observó en silencio, molesta.

- Podríamos lograr grandes cosas Christal... solo imagínalo. No importaría nadie, ni nada, solo "ella", solo Ore
- No, no voy a dejar que... - Pero Aqua no pudo terminar la frase. Hilda movió una de sus manos y una gran fuerza salió de ella, empujándola contra un muro y dejándola inconciente
- No entiendo porqué no lo habías hecho antes Christal... Ya que vienen sus amigos ahora... ¿que tal si te muestro lo que podríamos hacer?

Christal la miró no tan convencida

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