Christal llegó al abismo e intentó vislumbrar lo que fuese, pero nada vió. Se quedó un buen rato sentada en el borde de quel falso risco, hasta que oyó unas voces... susurros casi imperceptibles que le parecieron conocidos. Miró hacia ambos lados y encontró a Alqua.
- ¿Que es eso?
- Fui por ayuda... escribí algo que hizo que sus amigos reaccionaran de inmediato
Christal la miró con suspicacia
- ¿Qué fue lo que escribiste?
- Les conté lo que estaba pasando aquí
- ¡¿Quee?! ¡ahora saben de nuestra existencia! intentarán eliminarnos
- En realidad, Christal, estuve revisando algunas cosas y me parece que ya sabían que existíamos y en realidad pienso que es mejor mantenerlos al tanto de lo que aquí ocurre
- Y esas voces ¿son ellos? ¿están aquí?
- No... La dejé en... algo asi como... "piloto automático" debe estar leyendo ahora lo que puse y comunicándose con sus amigos por escrito.
Christal se quedó en silencio un momento
- Quién diría que eres inteligente Alqua, muy bien... eso nos dará tiempo
La chica rubia sonrío con cinismo
- ¿Qué hacemos con su vida ahora? - Preguntó Alqua
- Pues el piloto automático es una buena solución por el momento
- Pero será como un zombie
- Mas bien como un robot, la controlaremos las dos, para que así pueda continuar con su vida como si nada pasara. En un momento - Dijo Christal - Pensé en entrar, en ir a buscarla y traerla a la fuerza, mas me di cuenta que si ella no quiere salir de allí no podremos hacer nada. ¿Sabes como me la inmagino? como Victoria, cuando perdió a Jack ¿Recuerdas ese libro?
- Si... como Bella al perder a Edward
- Hmm algo así. Si entraramos ahí se hundiría por completo, no habría nadie al mando y simplemente no podría siquiera levantarse por las mañanas y eso es una pésima idea.
- Entonces, Christal... ¿que hacemos?
- Nos iremos al centro de mando del cerebro y nos quedaremos allí por turnos, estará inestable pues cuando tu tomes el control será completamente distinta a cuando lo tome yo.
- ¿Podríamos hacerlo juntas?
- ¿Ser dulcemente fría y sentimentalmente cruel? me gusta la idea
- Ok. me retracto - Dijo Alqua
Christal se echó a reir y se levantó del piso, para ponerse en marcha. Durante el camino barajaron diversas teorías para traerla de vuelta.
- ¿Y la Canela? - Preguntó Alqua
- Me temo que ya no es lo suficientemente fuerte. Verás "ella" lleva tiempo dando todo su cariño a distintos seres, sus amigos, enemigos, su perra y es cierto lo ha recibido de vuelta, pero su corazón lleva tiempo buscando otro tipo de cariño. Es por eso que ya no es suficiente, es por eso que sus amigos no pueden ayudarla esta vez... Aunque "ella" se equivoca en algo, si sus amigos se mantienen ahí le harán el proceso mas llevadero y fácil. Debe haber oído sus voces en el abismo. Si las tomó en cuenta o no, es otra cosa... es como... estar en coma
- ¿Y si lo buscamos a "el"?
- NO
- Pero quizás...
- NO ALQUA, "aquel" solo le traerá desilución y mas dolor, no lo buscaremos. Si aparece bien y si no también.
- Te duele ¿cierto?... te haces la dura, pero tu sentías lo mismo y por eso te duele el doble que a mi
Christal se dió media vuelta y tomó por el cuello a Alqua. Sus ojos estaban vidriosos, mas niuna lágrima cayó de ellos
- Si, me duele. Siempre lo hará. Fin del tema
Christal la soltó y continuaron el viaje...
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Continué a tientas. La arena era agradable, ya me había acostumbrado al frío.
-Contéstame Ore...
Me detuve en seco al oír esa voz familiar, pero no me giré
- Hablame ahora
- ¡NO! - Le dije al aire y continué mi camino
- Estoy aquí para ti - Dijo otra voz
- Eres importante en mi vida - Dijo otra voz
- Te amo - Dijo otra voz
- Te entiendo... - Dijo otra voz
- Búscame si me necesitas - Dijo otra voz
- No se cómo ayudarte - Dijo otra voz
- Debes lograr el equilibrio - Dijo otra voz
- Llegaré a ti - Dijieron las voces al unísono y desaparecieron
Las lágrimas corrieron por mis ojos, pero no me detuve y continué caminando largas horas por la oscuridad hasta que llegué a un claro. Mis ojos se dañaron con tanta luz blanca y brillante
- Bienvenida... hace tiempo que no te veía - Dijo una mujer de largos cabellos negros y ojos verdes, igual a mí
- Tu... te he visto antes - Dije
- Claro que sí... te acompañé en un adolescencia y cuando viviste aquel amor tortuoso. Soy Hilda... ¿me recuerdas? - dijo mientras se acercaba a mi y rozaba su mano contra mi mejilla - Y soy la tristeza y el odio, la depresión y la autodestrucción, soy lo peor de tí, sin filtros, sin piedad y sin compasión.
De inmediato, cuando me tocó sentí todo aquello que me había dicho y me largué a llorar. Me alejé de ella como pude, pero me parecía tan atractiva...
- Pensé que Christal era lo peor de mi... - Dije en un susurro, luego de reponerme unos minutos
- ¡Oh no querida! Christal es un dulce de melocotón en comparación a mi. Ella puede ser fría y cruel, pero dentro de todo respeta ciertas cosas. Ella solo daña para mantenerte bien a ti, yo en cambio... soy mas drástica. Por ejemplo Christal atacó a "aquel" para hacerlo reccionar ¿cierto?, aun cuando tu sufriste mucho y Alqua también. Pese a eso "Aquel" sigue a tu lado de alguna manera... yo en cambio - Sonrió - no hubiera tenido piedad. Hubiera destruido su existencia y lo hubiese reducido a un ser humano peor de lo que ya considero que es. Todavía no me explico porque no le has destruido...
- Porque le amo, siempre lo haré de una u otra manera - Contesté
- ¡¡Error!! todos a tu alrrededor formarán sus vidas y seguirán adelante con sus parejas y sus familias pseudoperfectas ¿y tu? ¿que tendrás? no te olvides porqué has venido aqui.
Se acercó a mi y sentí que me hechizaba, Mucha angustia llegó a mi corazón y me largué a llorar (otra vez)
- Mira este hermoso lugar... - Dijo
Era cierto... era un hermoso lugar, un hermoso prado con tulipanes y gerberas. Aves que volaban libres por el cielo y al fondo una pequeña casa bajo un montículo... era un Smial. Una casa de Hobbits
- ¡Oh por Dios! - Exclamé
- A no... Dios no tiene nada que ver con esto. Espero que te guste. Cuando me percaté que venías lo cree para tí. Planté afuera Simbelymbe
- "Siemprefiel"... la flor blanca de Rohan - Dije sorprendida - pero... ¿cómo es esto posible? eso solo es ciencia ficción, es irreal
- Igual que todo lo que está aquí - Me contestó Hilda - puedes quedarte el tiempo que quieras. No puedo dejar mi limbo solo...
- ¿Solo?
- Sí... ahora que has llegado me toca salir un poco, pero aún no, claro...
La miré con duda. No me gustaba la idea, desconozco el motivo...
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