- Yo no fui... no se cómo paso
Ambas habían coexistido sin problemas durante años. Alqua con el paso del tiempo se había transformado en un ser mas sentimental y discreto que representaba directamente el corazón y anhelos de Ore
- No puedes enamorarte de él
- Lo sé, pero no necesariamente tiene que saberlo, podemos mantenerlo en secreto hasta que se nos pase el sentimiento
- No creo que las cosas funcionen así Alqua
- Pero... el es... tan perfecto para ti
- Olvidas un gran detalle
- ¡LO SE! - Contestó la rubia imagen mental con un dejo de molestia- no lo he hecho a propósito, lo juro.
- Hmmm... no me gusta la idea, pero... veamos que pasa
Alqua se había enamorado de una persona e irremediablemente hizo que Ore también lo hiciera. Sin darse cuenta durante meses fue regando ese sentimiento, el cual creció poco a poco y lentamente, hasta echar raíces a su corazón. Un día la cruda realidad de aquel amor imposible les golpeó en la cara y ambas quedaron desechas y destruidas. Ore intentaba disimular, mientras internamente Alqua lloraba y se debilitaba mas y mas
- Ayúdame - Imploró Alqua, mas Ore nada podía hacer, porque nada era capaz de ver como solución
La voz de un hombre resonó en Io y Alqua prestó atención a lo que pasaba. Las palabras fueron duras y produjeron mucho más dolor, sin eliminar el sentimiento original. Ore ya no venía a verla y Alqua se sentía sola y desvalida.
Así... pasaron varias semanas, hasta que Ore volvió a Io. Por primera vez se materializó tal y como era en aquel lugar. Se paró frente a Alqua y la observó en silencio, era exactamente igual a ella, a excepción del color de cabello claro, que en Ore era castaño.
- Mira en lo que me has convertido Alqua - dijo "Ella"
- Lo lamento...
- Soy una mujer débil y patética a causa tuya, a causa de tus juegos y tus sueños. Creaste ilusiones en base de nada y ahora no puedo destruirlas. Esta no eras tu... así no era yo. Yo era feliz
Ore desapareció sin decir mas.
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